sábado, 18 de abril de 2009

Raúl Sendic

La última batalla de Raúl Sendic
El fallecido líder histórico de los Tupamaros deja en evidencia a los actuales (y futuros) gobernantes uruguayos que reniegan de su pasado guerrillero.
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"Contando los días
como siglos tardos
añoro el momento
de la muerte cruenta
No es la misma muerte
Que pasó de largo?
No, amor, ésta es otra
Más cruel y más lenta

Poema de Raúl Sendic

La última batalla de Raúl Sendic se inicia en el período en que los rehenes [nueve dirigentes tupamaros tomados como rehenes por la dictadura, con la amenaza de matarlos si había acciones guerrilleras] son trasladados al Penal de Libertad (abril de 1984), 13 meses antes de la liberación de los presos (14 de marzo de 1985) y se cerrará solo con su muerte el 28 de abril de 1989.

Las nuevas generaciones en su búsqueda de referencias desde el pasado reciente, que les permitan escudriñar el presente y avizorar rumbos previsibles hacia el futuro, encuentran ese camino bloqueado por una ”historia oficial” que –con respecto a Raúl Sendic- reconoce todas las discrepancias de ese periodo (inclusive el reconocimiento de que él tenía razón y ellos estaban equivocados) pero saldan la situación con la pequeña leyenda de una reconciliación (1).

Los antiguos guerrilleros que nacieron a la vida política despreciando todas las mentiras de un parlamentarismo burgués que caducaba, la mitología de la ”democracia representativa”, hoy están encantados con lo que ayer denigraban. La burguesía los ve y reflexiona sobre el encanto de los sueldos parlamentarios sobre más de un antiguo melenudo.

Han renunciado a cualquier lucha, inclusive la extraparlamentaria en apoyo de los movimientos sociales y, en general, cualquier otra forma que implique auto-organización de los que soportan el sistema.

Raúl Sendic, en mano de ellos, se ha convertido en un icono más.

Punto obligado de evocación nostálgica, referente oportuno para pretender marcar una supuesta ”diferencia” de origen con los partidos burgueses y que justifique el parlamentarismo estrecho que practican. De los mitines salen con el ”Bebe” [apodo de Sendic] en la boca a darse un abrazo con los militares torturadores, se oponen a los traslados que los juzguen, homologan las intervenciones militares en Haití, inclusive las promueven como ”anti-imperialismo” activo. En sus listas al Parlamento promueven a aquellos que son dóciles a todos sus deseos. Cierto Semproni –inclusive- eleva su voz para negarle a los torturados y ex-presos políticos –sus antiguos compañeros- lo que Uruguay como estado está obligado internacionalmente a reconocer y compensar (2).

Samuel Blixen en su biografía ”Sendic” consignará esta reflexión:

..."puesto que esta mal visto hablar de la revolución, de toma del poder, de condiciones subjetivas, de condiciones objetivas, de estatización de los medios de producción, de socialización de la riqueza, de contradicción principal, de imperialismo, de oligarquía, de lucha de clases, de plusvalía, de explotación de mano de obra, entonces entramos en el universo de la amabilidad unipolar y globalizada: lo civilizado es conversar, conversar es negociar, negociar es ceder, ceder es sensato” (3)

Todos estos renunciamientos del ”ala izquierda” del ”progresismo”, este viaje feliz y sin retorno al cretinismo parlamentario, es funcional a la dominación ideológica (pacífica) tradicional de los dueños del poder real: el económico.

Son peculiaridades históricas de la ”modernidad”, ”apéndices” anodinos, pecaditos veniales del sistema, variaciones del tema ”tolerancia”, volteretas, saltos y morisquetas. ”Como te digo una cosa, te digo la otra” proclama su mas robusto expositor (4)

Pero cuando algún antiguo militante –de los que conocen bien cómo fueron las cosas- alza la voz con un testimonio discordante, se permite señalar que ”no fue así”, cuando alguien se permite el beneficio de la duda, entonces se eleva la voz tonante del oficialismo para silenciar al (l@s) réprobo(s) y conminarlo(s) al silencio. Entonces se hace gala de marxismo ortodoxo y aún de ”leninismo” (5).

Raúl Sendic pertenecía a otro molde. En él se combinaba lo paisano auténtico, el estudiante rural aplicado, la Universidad en la que se graduó, la militancia socialista ”de partido” y la práctica sindical y política que le hacía huir de prisa (o bostezar aburrido) ante tanto juego pirotécnico teórico y engolado.

Su personalidad es múltiple... y contradictoria. Concitará seguidores incondicionales, compañeros leales y críticos, oportunistas que practican el seguidismo de circunstancia, rivales y hasta enemigos acérrimos y rencorosos.

Acertará la más de las veces, pero dejará hilos e hilachas de lo que después serán brechas para la derrota.

Será un águila entre sus pares porque verá mas lejos y, atendiendo a lo principal, dejará mucho de lo táctico (o de lo organizativo) por el camino. Quizás allí estuvo su mayor debilidad. Su fuerza dentro del colectivo ”histórico” de la conducción será la confianza que en él deposita la militancia organizada, las bases de apoyo popular, las masas de ciudadanos que, pasivos, observan con simpatía. Se volverá siempre hacia el militante o el simple simpatizante y prestará su oído atento a las críticas que éstos hacen contra los excesos de los ”cuadros de dirección”, los ”responsables” y tantas otras ”autoridades” del libretazo.

Proveniente de corrientes de izquierda que hacían ”de las ideas” su marca de distinción de los partidos burgueses del caudillismo y la clientela, tendrá -a la vez- ambos rasgos.

Zabalza lo verá ”caudillo” cuando conversa acuclillado con un cañero. Diego Picardo anotará que combatía al aparato siempre ”desde afuera”. (6)

Y todos esos rasgos marcan su desconfianza de la estructura organizativa política tradicional de nuestra izquierda.

Cuando en abril del 84 los rehenes vuelven al Penal de Libertad, las ideas que venía pergeñando desde un año antes tomaran forma: Movimiento por la tierra, Plan contra la Pobreza, No pago de la Deuda Externa, Creación de un Frente Grande y Reforma Constitucional.

Entiende que es a través de impulsar esta lucha programática que se retoma la iniciativa política y se traza una estrategia capaz de revertir la derrota del 72.

Otros ven la cuestión a través de lo organizativo interno. Sendic ante el problema que considera menor propondrá la fórmula 4+4 (cada fracción deberá tener cuatro representantes en el órgano directivo hasta la Convención). El antiguo movimiento esta dividido en fracciones como consecuencia de la derrota? Pues bien, que el debate se dé y que aquellos que han cometido fallas y debilidades asuman su responsabilidad. Que del debate queden expuestas las carencias organizativas anteriores y salgan las soluciones. Que no se zanje desde ”arriba” con el ”favoritismo” a ciertos ”negritos mimados” que siguen estando sin haber asumido nunca los errores que en el pasado cometieron y su responsabilidad en la derrota. Una vez mas ataca ”al aparato” y al ”aparatismo” desde ”afuera”.

No es de extrañar que los viejos aparatistas vieran todas estas ideas con desconfianza. En política y después de las derrotas, cada cual sabe bien dónde es que le aprieta el zapato. Todos los que coquetearon con las ideas mas peregrinas, el coro de renunciantes y arrepentidos, sintieron que ”no comprendían”.

El aparatista es –al fin y al cabo- un burócrata en ciernes y su expectativa es llegar a la ”nomenklatura” (o la dieta parlamentaria).(7)

Y había además jefes que necesitaban sus clientelas anteriores cuando no solo ”en la 15” algunos querían tallar feudos particulares (8).

Su plan era tan ”audaz” que era casi... una ”locura”.

Pero como en Uruguay el núcleo ”duro” del capitalismo dependiente está en la propiedad de la tierra, como en ese tema desde Artigas hasta acá venimos acumulando derrotas, lo que comenzó como ”locura” se personalizó en un ”loco”. Sendic -al que no entendían- debía estar ”loco”.

Fue un ataque bajo, pero que es moneda corriente en nuestra izquierda, donde la descalificación física, personal, es la tapadera que permite desechar ideas, planteos, criterios que no pueden rebatirse fácilmente. Como metodología llega hasta la historiografía burguesa criolla. Baltasar Brun se pegó un tiro cuando no pudo frenar el malón terrista, porque estaba mal ”de la cabeza” desde cierto accidente en un teatro (se le cayó una columna del palco encima).

Sendic en cambio estaba muy claro y hasta ironizaba en los momentos en que se libraba de la amargura que la calumnia le provocaba. ”Esta es la historia del tío rico que lo califican de loco para quedarse con la herencia” sentenciaba. Y cuando su compañera de entonces le preguntaba ”porque venían por casa compañeros que habitualmente no nos visitaban. 'Vienen a ver si estoy loco' me dijo y se sonrió”.

La historia del cretinismo parlamentario actual tiene estos antecedentes. Hay una continuidad entre aquellos barros que nos han traído los actuales lodos. Y la historia ”oficial” la escriben los sapos que hoy croan allí. Los ”herederos” actuales primero despojaron al tío loco, luego se deshicieron de todos los críticos y provocaron el goteo. Viven en el constante temor de que el castillito de arena que construyeron se derrumbe alguna vez y por eso han instalado reaseguros ”organizativos”. Habrá una red por la ”izquierda” que controle el Sr. Julio Marenales y su MLN, habrá otra por ”el centro” que será el MPP. Y cuando todo eso no alcance se recurrirá a la fracción que antes se criticaba. Ahí anda el Sr. Eleuterio Fernández con su CAP ”libertario” bajo el brazo, sin saber mucho que es lo que va a hacer con él.

Durante casi 20 años esta farsa ha podido asegurar a la clientela de viejos aparatistas que medran a la sombra de los liderazgos, un cargo parlamentario, un ministerio, alguna butaca rentable en intendencias, ministerios y demás recovecos del poder.

Debe sacarse de todo esto, llegar a la conclusión de que toda lucha es imposible? De que todo esfuerzo esta condenado al fracaso?

Creemos que no. Y no abogamos tampoco, por la dictadura de los que han muerto. Sendic vivió su tiempo, contribuyó a cambiar mucho la mentalidad de los explotados. Todos los que murieron en la lucha por las banderas que el MLN-Tupamaros levantaba hicieron su esfuerzo. No fue un esfuerzo vano. Pero fue insuficiente. La burguesía necesita que los pueblos no tengan conciencia de sus luchas. Porque si tienen conciencia de esas luchas, de los errores cometidos, de lo que no debe hacerse y de lo que necesariamente debe evitarse, tienen el triunfo asegurado. Por eso se necesita falsificar el pasado y hacer falsas promesas para el presente. Ese rol lo cumplen otros que se han convencido que el capitalismo es insustituible. Es importante –por tanto- no contribuir al coro del conformismo, enfrentar serenamente una historia ”oficial” falsificada y alentar la lucha y la auto-organización de los que soportan el sistema.
Sendic en su última lucha apuntaba, justamente, a esos problemas.

Notas

1) El principal exponente del ”oficialismo” es el senador Heleuterio Fernández. Lo secundan varios que –en reportajes y entrevistas- han aceptado sus tesis (Jose ”Pepe” Mujica [candidato a presidente], Lucía Topolansky, etc, en general el círculo que detenta al poder oficial. En la biografía de Blixen pueden seguirse –capítulo 21- en detalle esta ”historia” de ”reconciliaciones” que no tiene el menor asidero. Las bases militantes lo supieron siempre, pero la muerte de Sendic facilitó el actual desarrollo. Sin un referente aceptado por todos, la oposición no tenía un centro aglutinador capaz de generar organización. En tanto y cuanto los que se oponen al actual viraje no limen diferencias y se unan, serán, políticamente, insignificantes.

(2) Semproni –en su argumentación- ni siquiera es original. Absolutamente, los mismos argumentos salieron de la boca de un ”histórico” Julio Marenales o se repitieron de la boca de Nora Castro (”chash no”) en ocasión de la lucha por la PER (pensión especial reparatoria), ley 18033. Lo escandaloso en el asunto es que todos los que negaban el apoyo, después que los presos triunfaron... se acogieron a la Ley!!! todos los que argumentaban que los guerrilleros ”no habían sido mercenarios” y por eso no podían exigir compensación por ley.

(3) Samuel Blixen ”Sendic”, Ed. Trilce, 343 ps. La cita en cursiva se encuentra en la página 147. La mejor biografía, su primera edición es de noviembre del 2000. Antiguo militante, se benefició de que muchos de los testigos-actores entrevistados vivían en el momento que decidió encarar su biografía.

4) La frase pertenece a Mujica y se ha popularizado mucho, hasta por las murgas del Carnaval. Nos parece que la frase de Cantiflas ”Lo que es absolutamente cierto, es que no hay nada seguro” tiene mas vuelo filosófico.

(5) Lo mas risible de los ”teóricos” de la historia ”oficial” es que se convierten en marxistas cuando les conviene. Y lo mismo pasa con su ”leninismo”. En general abjuran de él, pero no lo ”superan” con nada nuevo. Lo utilizan como ”garrote” argumentativo. Hace poco publicamos la polémica que con Heleuterio Fernández sostuvo la revista ”Hervidero” como muestra de la metodología.

6) Sendic es una personalidad compleja que no es posible atrapar con lugares comunes. Será marxista crítico del materialismo dialéctico, lo cual motivará una polémica con Cultelli en el Penal de Punta Carretas. Dentro de las corrientes socialistas levantará a Rosa Luxemburgo contra el modelo leninista de organización. Fue sin embargo lector activo de todo el pensamiento socialista, un rasgo común en el viejo partido fundado por Frugoni, donde no existían tabúes intelectuales, ni index de ”lecturas prohibidas” decretados desde el extranjero. Un hermano suyo, Alberto, fue militante trotskista con lo que eso supone en un ambiente familiar de hermanos militantes donde la discusión, las lecturas prestadas y el intercambio son previsibles. Su ”doble filiación” que mantuvo con otros militantes hasta 1967, no impedía un cálido contacto de circunstancias con sus viejos camaradas del Partido Socialista. Personalidades tan dispares como José Pedro Cardozo, José Diaz, Mario Benedetti, Eduardo Galeano, Chiflett y otros serán interlocutores buscados por él mismo... y recibido. Aún en plena clandestinidad!!!

(7) Hace poco en cierta discusión "fraternal" con un antiguo aparatista, apabullado por los argumentos, el hombre sólo atinó a ésta respuesta: "vos estás en la crítica porque a vos no te dieron nada". Dos de los interlocutores lanzaron la carcajada: "por ahí venía la cosa" comentaron a manera de epílogo.

(8) Una parte muy importante de la mitología ”oficial” en el tema de la derrota lo ocupa la traición de Amodio Pérez y de Piriz Bude (Tino). Es una cómoda muletilla que permite evitar escudriñar más a fondo porqué se promovió a Amodio cuando estaba cuestionado y cuando las bases lo resistían ya en Punta Carretas! [cárcel montevideana]. Por extensión el militarismo de la 15, columna que Amodio dirigió, integra el cuadro mitológico. Sobre el tema -y recientemente- Aníbal de Lucia ha estampado un criterio sensato y escueto: ”A la 15 no la fuimos a buscar a la Feria de Tristan Narvajas” (feria de pulgas dominical y tradicional de Montevideo). Que más de un dirigente o responsable en su columna hiciera un intento de feudo es una falla central que solo se corrige con una formación integral del militante promovido y organismos de control. El problema –además- no es nuevo en las guerrillas, ni entre los militares, propio de una formación vertical extrema. En las guerrillas clandestinas el tema de la ”compartimentación” actúa como un factor extra que refuerza el verticalismo.

Mas de un "libretazo" (imposición de un criterio erróneo, subjetivo, por la vía de la obediencia) tiene su origen allí. El Tino, al impulsar la muerte del peón Pascasio Ramón Báez Mena practicó el libretazo, después mintió en el informe para justificarse y el último premio se lo dieron los militares (y los civiles) que lo liberaron (aunque cínicamente utilizaron aquél asesinato para desacreditar a los que se les oponían con las armas en la mano). En Uruguay, como siempre, ni están todos los que son ni son todos los que están.

SURda.se



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