jueves, 25 de febrero de 2010

¿NUESTRA AMERICA?

Marel Medina Bardales

Las ideas son armas poderosas. Pueden empolvarse por algunos años, tal vez siglos, pero cuando renacen lo hacen poderosamente frescas y nuevas para adaptarse a las condiciones de la época contemporánea.

Rompen los cinchos que las sujetan y desbaratan las estructuras asfixiantes, para darle al bien común las respuestas que por milenios las masas reclaman para todos los seres humanos.

Los cambios sociales y culturales que ocurren en el cono suramericano podrán tener un efecto lento o raudo, dependiendo de la premura de las masas oprimidas y de las zancadillas aviesas que el imperio disponga para mantener el estatus quo que les ha redituado riquezas, poder y dominio por más de 200 años.

El fenómeno de Fidel, Chávez, Morales, Correa, Ortega, Lugo, algunos países caribeños y los gobiernos que vendrán, causarán un efecto dominó cuyas consecuencias son difíciles de perfilar. Estos cambios fueron expresados desde principios del siglo XVII por un insigne hondureño: José Cecilio del Valle.

“El patriota centroamericano José Cecilio del Valle (1780-1834) publicó en Guatemala, desde 1820, el periódico El Amigo de la Patria, aprovechando la libertad de prensa dispuesta por las Cortes de Cádiz. En el periódico, que apareció hasta 1822, defendió los principios del liberalismo y los derechos de Hispanoamérica a su independencia, utilizando a veces formas veladas de expresión”.

Decía nuestro compatriota: “La América se dilata por todas las zonas, pero forma un solo continente. Los americanos están diseminados por todos los climas, pero deben formar una familia”. Y refiriéndose a la unificación del continente, desde Méjico hasta Patagonia decía:
“1º. la federación grande que debe unir a todos los Estados de América; 2º. el plan económico que debe enriquecerlos”. “Que para lograr lo segundo se tomasen las medidas, y se formase el tratado general de comercio de todos los Estados de América, distinguiendo siempre con protección más liberal el giro recíproco de unos con otros, y procurando la creación y fomento de la marina que necesita una parte del globo separada por mares de las otras”.

Lo pretendido por Valle era algo totalmente diferente a lo instituido por el neoliberalismo que con la exigencia de que todo debe ser privatizado para beneficio del mercado, no le importa el beneficio de los humanos, especialmente las masas discriminadas, oprimidas y sin acceso a lo que el capitalismo desea solo para los capitalistas.

Agrega Valle: “No es posible enumerar los bienes que produciría. La imaginación más potente se pierde desenvolviendo unas de otras sucesivamente todas las consecuencias que se pueden deducir”. “Se unirían sabios que, teniendo a la vista el mapa económico y político de cada provincia, podrían meditar planes y discurrir medidas de bien para todas las provincias en particular y para la América en general”. “Se estrecharían las relaciones de los americanos unidos por el lazo grande de un Congreso común: aprenderían a identificar sus intereses; y formarían a la letra una sola y grande familia. Se comenzaría a crear el sistema americano, o
la colección ordenada de principios que deben formar la conducta política de la América, ahora que empieza a subir la escala que debe colocarla un día al lado de cualquier país avanzado de Europa”.

“La América entonces: la América, mi patria y la de mis dignos amigos, sería al fin lo que es preciso que llegue a ser: grande como el continente por donde se dilata, rica como el oro que hay en su seno: majestuosa como los Andes que la elevan y engrandecen.

“La América será desde hoy mi ocupación exclusiva. América de día cuando escriba: América de noche cuando piense. El estudio más digno de un americano es la América.
“En este suelo nacimos: este suelo es nuestra patria. ¿Será el patriotismo un delirio?”.

Estas cogitaciones proféticas de Valle de 1821 y 1822 –que junto con grandes hombres como Simón Bolívar, Carta de Jamaica, 1815; Francisco de Miranda en 1801; Miguel Hidalgo y Costilla 1810, José Artigas, 1815; Bernardo Monteagudo, 1820; José Martí en 1891; y Augusto César Sandino en 1929¬– están apareciendo en estos momentos con rostros tan diferentes como Fidel Castro, Chávez Frías, Evo Morales, Bachelet en Chile, Ollanta en Perú, Correa en Ecuador, Ortega en Nicaragua, Lugo en Paraguay, todos con el fin primordial de defender nuestra riqueza natural y nuestra dignidad humana.

Existe un envenenado esfuerzo por vituperar y desechar los deseos libertarios e independentistas de los pueblos marginados y de sus líderes, por parte del conservadurismo ciego y exigente que con su egoísmo quiere únicamente disfrutar de las riquezas naturales y del dominio omnímodo sobre los seres humanos desposeídos y excluidos.

Nuestro presidente Mel Zelaya se unió al Alba imponiéndose sobre algunos hondureños que desgraciadamente ocupan posiciones cimeras en el gobierno y se oponen a esta acción de Mel. fue triste cuando la oligarquía compró a los politicastros para derogar el alba, temporalmente, porque la resistencia al llegar al poder revertirá todas estas barrabasadas.

Dicen los amantes de EEUU que el Alba estaría armándose para someter al imperio cuando en realidad es al revés, para que EEUU no destruya la incipiente nación de Suramérica.
Se requerirá de un referendo para que sea el pueblo quien decida directamente si quiere liberar a Honduras de ataduras o no.

Telesur, la señal de televisión continental que promueve la dignidad dice con orgullo Nuestra América en oposición de la america de los gringos que nos quita hasta el gentilicio de llamarnos AMERICANOS. Cuando ellos deberán llamarse “united staters”.

Afable lector, usted puede con su acción individual inclinar para uno u otro lado el cambio.
El cambio que beneficie a todos, desde luego.

M. MEDINA B.
marelmb@gmail.com
www.jamolades.blogspot.com

No hay comentarios:

Ir arriba

ir arriba
Powered By Blogger