martes, 27 de septiembre de 2011

Argentina: Claudia Rucci declaró en la justicia que a su padre lo mató la Triple A

CONTRADICTORIA, AHORA IMPULSA UNA CAUSA CONTRA LOS MONTONEROS EN PLENA CAMPAÑA ELECTORAL
La candidata a vicegobernadora por el duhaldismo quiso reinstalar el debate por la teoría de los dos demonios. En 1999 cobró u$s224.000 del Estado tras reconocer que la organización parapolicial había asesinado al sindicalista.

Hoy se cumplen 38 años del asesinato del ex secretario general de la CGT, José Ignacio Rucci. El último movimiento en la causa que investiga su homicidio se dio el 22 de septiembre pasado, cuando su hija y diputada nacional, Claudia Rucci, realizó una presentación ante el juez Ariel Lijo pidiendo que se cite a declarar como testigos al director de la Biblioteca Nacional, Horacio González, al ex diputado Miguel Bonasso y a ex jefes Montoneros como Mario Firmenich y Roberto Perdía, entre otros.

Una estrategia judicial que tiene una clara repercusión electoral. No escapa a la sociedad que Claudia Rucci es candidata a vicegobernadora bonaerense del Frente Popular, el partido liderado por Eduardo Duhalde, que tuvo una magra performance en las primarias de agosto y busca posicionarse de cara a octubre.
“Yo se quién apretó el gatillo”, había asegurado la hija del difunto líder de la CGT. “Como este crimen prescribió, se sintieron seguros de que no iban a ser juzgados nunca más, y empezaron a escribir y contar detalles”, aseguró luego y advirtió que se presentó en la justicia para llevar información clave que podría esclarecer el crimen de su padre.
En la presentación que realizó en el Juzgado Federal Número 4, Secretaría 8, requirió que se convoque a 13 personas: además de las anteriormente mencionadas también pidió que atestigüen José Amorín, Carlos Flaskamp, María Elpidia Martínez Agüero de Firmenich, Graciela Daleo, Fernando Vaca Narvaja, Ernesto Jauretche, Albertina Paz, Alejandro Peyrou y Ricardo Grassi.
En simultáneo a la presentación judicial, y a un mes de las elecciones nacionales definitivas, aparecieron unos afiches callejeros con una foto en blanco y negro del ex secretario general de la CGT junto a su hija, entonces una niña.
La imagen está acompañada por el lema “Sin olvido, con justicia”, y una frase de Juan Domingo Perón: “Un crimen es un crimen, cualquiera sea el pensamiento o el sentimiento o la pasión que impulse al criminal.” En el margen inferior izquierdo del afiche está el nombre de la diputada nacional por el Peronismo Federal. En el derecho, su sitio web.
Si bien Claudia Rucci impulsa la hipótesis de que Montoneros asesinó a su padre, en 1999 afirmó lo contrario: que los verdugos de su padre pertenecían a una fuerza paramilitar.
Así se desprende del Expediente 446.187/98 donde consta que la actual diputada solicitó, el 11 de septiembre de 1998, cobrar la indemnización que reciben los familiares de desaparecidos. “Por la presente se notifica a Ud. De la Resolución 2511/99, fecha 1 de noviembre de 1999 de este Ministerio en la que se ha resuelto otorgar el beneficio de la Ley Nº 24.411 reclamada oportunamente.”
La legisladora nacional basó su pedido en el artículo segundo de la Ley 24.411 (sobre “Ausencia por desaparición forzada”) “Tendrán derecho a percibir igual beneficio que el establecido en el artículo 1º los causahabientes de toda persona que hubiese fallecido como consecuencia del accionar de las fuerzas armadas, de seguridad, o de cualquier grupo paramilitar con anterioridad al 10 de diciembre de 1983.” Si bien este trámite lo inició junto a su madre Nélida y su hermano Aníbal, la viuda de Rucci renunció de modo irrevocable a reclamar el beneficio.
De acuerdo al expediente por el que la militante duhaldista cobró 224 mil pesos –entonces convertibles a dólares en la paridad uno a uno–, “Rucci fue muerto por un grupo de personas que pudo ejecutar una minuciosa planificación previa cuya concreción requería de recursos propios del aparato estatal. (…) No probada judicialmente la hipótesis del asesinato por parte de Montoneros, cabe ahora analizar la otra línea de investigación explorada por el juzgado. La posibilidad que la autoría corresponda a la denominada Triple A.”
E incluso se tomó como parámetro el homicidio del diputado peronista Rodolfo Ortega Peña –asesinado en 1974 por la Triple A– para determinar si un hecho anterior a 1976 se encontraba comprendido en la Ley 24.411.
El 1 de noviembre de 1999, el entonces ministro del Interior Carlos Corach, firmó la resolución por la cual se le concedió el beneficio a Claudia Rucci, quien terminó por convalidar que la muerte de su padre fue producto del accionar de la Triple A. El 22 de noviembre, la actual candidata a vicegobernadora bonaerense dio su aprobación legal para con la la suma percibida. Claudia Rucci “manifiesta que presta conformidad con la liquidación pactada, acepta pago en bonos Ley 23.982, y renuncia a toda acción judicial y/o extrajudicial por la obligación que cancela”, sostiene el decreto que fija la indemnización.
Una década más tarde, la diputada incita desde tribunales la hipótesis de que los victimarios de su padre fueron miembros de la organización Montoneros, pretendiendo instalar nuevamente la anacrónica teoría de los dos demonios.
Esta línea de investigación cobró impulso a partir del libro Operación Traviata del periodista Ceferino Reato. No obstante, según publicó el diario La Nación, “el juzgado investigó las pistas de Reato pero no logró verificarlas y por el contrario puso en duda muchas de sus aseveraciones. (…) No obstante, el juez habría establecido que Montoneros estuvo detrás del homicidio, y no la Triple A. (…) Si el juez entiende que Montoneros cometió el asesinato, bien decretaría entonces que no se trata de un crimen de lesa humanidad y la causa iría camino al archivo.”
Transcurrieron 38 años desde el asesinato de Rucci en los que se tejieron demasiadas hipótesis –una de ellas vinculó a la CIA con el crimen del sindicalista–. Finalmente, la justicia tendrá la última palabra.
Tiempo Argentino

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